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LA IMPORTANCIA DE LAS LUCES

El alumbrado del coche es uno de los elementos fundamentales en la seguridad activa, por lo que su mantenimiento debe ser realizado con cuidado. Muchos conductores parecen desconocer este hecho pues cerca del 37 por ciento de los fallos detectados en la ITV tienen que ver con las luces.

A 90 kilómetros por hora un coche recorre 25 metros al segundo, por lo que ver un obstáculo con medio segundo de retraso puede resultar letal.

Si quieres ver y ser visto, sigue estos consejos:

• Comprueba periódicamente el funcionamiento de todas las luces del vehículo.
• Cambia las bombillas halógenas cada cuatro años ó 50.000 kilómetros, siempre por parejas para evitar que la intensidad del alumbrado quede descompensada.
• Al cambiar una lámpara halógena, no toques la superficie de cristal con los dedos, ya que podrías dejar rastros de grasa y crear una fina película de aceite.
• Un faro con una rotura puede dañar el sistema de alumbrado al producirse filtraciones y condensaciones.
• Elige una lámpara de calidad: el uso de las gamas más económicas influye en las prestaciones del sistema de iluminación y en su durabilidad.
• Revisa periódicamente el reglaje de los faros y adáptalo a la carga del vehículo.
• Mantén limpia la pantalla de los faros: una fina capa de polvo puede disminuir la luz proyectada en más de un 10 por ciento.
• No abuses de los túneles de lavado: los rodillos pueden dañar los plásticos de los faros y hacerlos opacos.